Sete Gibernau, el eterno aspirante

  • Nieto del fabricante de las Bultaco.
  • Pasó rápidamente a la máxima categoría, donde heredó la moto de Doohan.
  • Fue subcampeón dos veces y gran rival de Rossi una temporada.
  • Las malas lenguas comentan que el italiano consiguió acabar con su carrera.
Capirossi y Sete Gibernau
Capirossi y Sete Gibernau
EFE
Capirossi y Sete Gibernau

Se llama Manuel Gibernau (Barcelona, 15-12-1972), aunque todos desde que era pequeño, tanto en casa como fuera, le han llamado Sete.

El heredero de la Saga Bultó, legendario fabricante de motos Bultaco, cerró una vida en competición plagada de obstáculos pero también con muchas satisfacciones, como los dos subcampeonatos del mundo conseguidos en 2004 y 2005.

El nieto de Paco Bultó nació y creció entre motos, su pasión le llega desde pequeño. Su abuelo casi le hacía motos a medida y se subió a ellas cuando apenas aprendió a andar.

Difíciles primeros pasos

Sus comienzos no fueron demasiado alentadores por la falta de apoyos muy a pesar de sus apellidos, que más que abrirle puertas, por momentos, le pesaron como una losa. Sete hizo sus primeros pinitos con el

trial y el
motocross, pero pronto sintió la llamada de la "adrenalina" en la velocidad.

Debutó en competición
con sólo doce años en una competición de trial y los primeros pasos de Sete en los circuitos de velocidad fueron en la
"Copa Gilera" de 125, en 1990. Allí fue tercero y un año más tarde se alzó con el título de Campeón de España Júnior en el Criterio de 125 cc.
Con Yamaha hasta la máxima categoría

En 1993, Sete fichó por Yamaha donde consiguió diversas victorias y entabló una magnífica relación con el patrón de la escudería norteamericana, Kenny Roberts, y con su lugarteniente Wayne Rainey.

Ellos fueron sus principales valedores al incluirlo en el equipo para disputar el Campeonato de España de Velocidad, entonces llamado Open Ducados.

Disputó varios nacionales y europeos, hasta que en 1996 fue incluido en el equipo Yamaha de Rainey para disputar el mundial de 250 c.c., tras abandonar la escuadra el japonés Tetsuya Harada. De la mano del ex campeón del mundo, en 1997 Sete subió a la

categoría reina, por entonces los 500 c.c., donde tras una intensa temporada finalizó decimotercero el campeonato.
Heredero de los grandes en 500 cc

El fatídico accidente del japonés Takuma Aoki, unido a la amistad con Crivillé, por entonces piloto oficial de Honda HRC con la tetracilíndrica, le permitió subirse en 1995 a esa moto para heredar posteriormente la cuatro cilindros de Doohan en 1999, cuando el australiano sufrió un accidente en el circuito de Jerez que acabó con su carrera deportiva.

Sete supo aprovechar entonces su oportunidad y logró cuatro podios para finalmente concluir el campeonato en la quinta posición, lo que le garantizó su continuidad en el equipo de HRC junto a Crivillé y Okada.

Pero no fue hasta 2001, ya en su segunda temporada con la japonesa Suzuki, cuando Sete Gibernau consiguió su primer triunfo en el mundial, pero fue el único con esa marca japonesa, de la que se marchó en 2003 para recalar nuevamente sobre una Honda, pero esta vez en el seno del italiano Fausto Gressini, en el que consiguió los mejores resultados de su carrera deportiva y dos subcampeonatos mundiales consecutivos, 2003 y 2004. Cuando su compañero Daijiro Kato perdió la vida en un accidente en Suzuka, Sete tuvo que asumir el

papel de líder del equipo. Lejos de amilanarse, en Suráfrica dedicó a su compañero su primera victoria con la escudería, nada menos que ante el todopoderoso campeón del mundo italiano Valentino Rossi.

Fue el inicio de una temporada plagada de éxitos, diez podios y cuatro victorias para ser
subcampeón del mundo de MotoGP.
Rossi 'acabó' con él

La siguiente temporada Gibernau se postuló como aspirante al título mundial de Rossi y, de hecho, fue el único que le plantó cara casi en cada gran premio, arrebatándole en cuatro ocasiones la primera posición, pero tuvo que conformarse nuevamente con la segunda plaza al final del campeonato.

Eran tiempos felices para Sete, por entonces amigo de Valentino, hasta que en el Gran Premio de Qatar de 2004, distanció a ambos pilotos y convirtió en un reto para el campeón transalpino el que Gibernau no volviera a ganar una carrera en su vida.

La polémica entre ambos surgió cuando el equipo de Sete presentó una reclamación contra la pole conseguida por Il Dottore, los jueces sancionaron al italiano que salió en última posición en ese Gran Premio. Los rumores cuentan que al llegar al box Rossi aseveró a sus mecánicos: "El jodido Sete no va a volver a ganar una carrera en su vida". Esa fue la última que ganó el español y el principio del fin de Sete.

Dos años aciagos

Lejos de mejorar su situación en 2005, ésta se estancó y tras un encontronazo con Rossi en el primer Gran Prmeio en Jerez (VÍDEO desde Youtube.com) en el que se dañó un codo, dio la impresión de que el barcelonés ya no levantaría cabeza, como así fue, como tampoco con su cambio de moto para 2006.

Celebrado como el fichaje estrella de la marca de Borgo Panigale para 2006, los resultados no acompañaron a Sete, a quien le volvió a perjudicar la mala suerte con el grave accidente del Gran Premio de Cataluña y que se saldó con una fractura de clavícula que de una forma u otra le acarreó problemas hasta el final de su peor temporada en la categoría reina del motociclismo mundial, ya que firmó un discreto decimotercer lugar.

Gibernau anunció su retirada dejando su gran sueño, aunque nadie podrá nunca decirle que no le intentó por todos los medios.

Los números de Sete

- Primer gran premio: 1997 en Malasia (MotoGP) y 1992 en Bélgica (250 cc)

- Primera pole: 2000 en Sudáfrica

- Vuelta rápida: 1999 en Catalunya

- Primer podio: 1998

- Primera victoria: 2001 en Valencia

- Victorias: 9 en MotoGP

- Segundos puestos: 14

- Terceros puestos: 7

- Podios totales: 30

- Poles totales 13

- Vueltas rápidas: 8

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